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viernes, 16 de noviembre de 2012

A love story PARTE XV

- Anni, te buscan abajo. Despertate.
- Sí, ya voy...
Escena I
Una calle
Entran Gonzalo y Van Der Veen
Gonzalo: - Y ahora, señor, ¿qué contestáis a mi demanda?
Van Der Veen: - Cortejadla, gentil Gonzalo, interesad su corazón. Mi voluntad es sólo una parte de su sentimiento.
Escena II
Habitación de Anna
Entran Anna y Lady Van Der Veen
Lady Van Der Veen: - ¿Podréis amar a ese hidalgo? Esta noche le veréis en nuestra fiesta. Leed en el rostro de Gonzalo y descubrid allí el encanto escrito con la pluma de la gentileza. El pez vive en el agua, y es gran honor para la belleza exterior cubrir la interior belleza. ¿Veréis con agrado el amor de Gonzalo?
Anna: - Veré de amarle, si el ver mueve el amor; pero las flechas de mis ojos no irán más lejos de lo que permita el impulso que preste a su vuelo vuestro permiso.
Escena III
Salón en la casa de Van Der Veen
Músicos esperando. Entran Anna y otras personas de su familia con las máscaras. Lucas se encuentra entre los invitados.
Lucas: - (a un criado) ¿Quién es aquella dama que enriquece la mano de aquel galán? ¡Oh! ¡De ella deben aprender a brillar la luz de las antorchas! ¡Belleza demasiado rica para gozarla, demasiado preciosa para la tierra! ¿Por ventura amó hasta ahora mi corazón? ¡Ojos, desmentidlo! ¡Porque hasta esta noche presente jamás conocí la verdadera hermosura!
Se acerca a Anna
Lucas: - He aquí la gentil explicación: mis labios, como dos ruborosos peregrinos, están prontos a suavizar con un tierno beso tan rudo contacto. No os mováis mientras recojo el fruto de mis preces. (Besándola) ¡Así, mediante tus labios, quedan los míos libres de pecado!
Anna: - De este modo pasó a mis labios el pecado que los vuestros han contraído.
Lucas: - ¿Pecado de mis labios? ¡Culpa deliciosamente reprochada! ¡Devolvedme mi pecado!
Escena IV
Un cementerio. 
(Anna esta desmayada sobre una piedra)
Gonzalo: - ¡Sacrílego Lucas! ¡Suspende tus viles intenciones! ¡Miserable villano! ¡Obedéceme y sígueme, pues debes morir!
Entra Lucas
Lucas: - ¡Debo morir, verdaderamente, y a morir he venido!
Gonzalo: - ¡Desprecio tus conjuros, y te prendo aquí, por criminal!
Lucas: - ¿Pretendes provocarme? ¡Defiéndete entonces, muchacho!
Gonzalo: - ¡Oh! ¡Muerto soy! (Cae) ¡Abre la tumba y colócame con Anna! (Muere)
Lucas: - Oh, ¡Anna querida! ¿Por qué eres aún tan bella? ¡Oh, labios! Puertas del aliento, sellad con un legítimo beso el pacto sin fin con la acaparadora muerte. (Cogiendo el frasco de veneno). ¡Ven, amargo conductor! ¡Ven, guía fatal! ¡Tú, desesperado piloto, lanza ahora de golpe, para que vaya a estrellarse contra las duras rocas, tu maltrecho bajel, harto de navegar! (bebiendo). ¡Brindo por mi amada! ¡Oh sincero boticario! ¡Tus drogas son activas! … Así muero… ¡con un beso!… (Muere)
(Anna despierta)
Anna:- ¡Amado Lucas! Mas ¿qué veo? Una copa tiene en las manos. Con veneno ha apresurado su muerte.¡Cruel! No me dejó ni una gota que beber. ¡Seamos breves entonces! (Cogiendo la daga de Lucas) ¡Oh daga bienhechora! ¡Enmohécete aquí y dame la muerte! (Cae sobre el cadáver de Lucas y muere).
Pues nunca hubo historia más dolorosa que esta de Julieta y su Romeo.
Pues nunca hubo historia más dolorosa que esta de Anna y su Lucas.

- ¡Anna! ¡Anna! Te quedaste dormida. ¡Despertate, alguien te está esperando en la recepción te dije!
Oh - por - Dios. Creo que pasaron 10 minutos desde que Martín la despertó para avisarle que alguien la buscaba abajo, y fueron esos 10 minutos los que le bastaron para soñar semejante cosa. Ya mencioné en una oportunidad el fanatismo de Anna por "The tragedy of Romeo and Juliet", pero que la propia historia le juegue en contra ya era demasiado... aunque sea sintéticamente. Se levantó sobresaltada y empezó a sentir un calor repentino insoportable. Visualizó las posibilidades... ¿sería Gonzalo que venía a sorprenderla? Si supiera que él en realidad se iba a llevar una sorpresa enorme... Frente al espejo, la imagen no era para nada alentadora. De repente notó las gotas de transpiración que recorrían lentamente los costados de su rostro. Estaba pálida y agitada, con las pupilas dilatadas, y su pierna derecha no dejaba de moverse. Ese maldito tic nervioso...
- Dale nena, ¿vas a bajar? Me tienen harto con el teléfono.
- Ya voy Martín, ¿quién me busca?
- Qué se yo, no me quiere decir quién es.
- Pero... ¿Es un chico o...
- No sé, ¡bajá de una vez querés!
Se puso la misma solera que ayer. Se dirigió a la puerta de la habitación con lentitud, sopesando cada detalle. Esquivó el ascensor (vacío y con las puertas abiertas, como si estuviese esperándola) y empezó a descender por las escaleras hasta la planta baja. Giró por el pasillo. Las imágenes del sueño no dejaban de golpear cada rincón de su mente. Lucas muerto. Gonzalo muerto. La daga en su corazón. El amor destruído. 
<Pues nunca hubo historia más dolorosa que esta de Anna y su Lucas>
Escuchó y reconoció su voz antes de verlo. Para lograr dar crédito a sus ojos, los cerró profundamente y los abrió con cuidado en el preciso instante de hacerse presente en la sala.
Apoyado al mostrador del hotel estaba, con su inconfundible escencia, Gonzalo Santos y un enorme ramo de flores.

TO BE CONTINUED

1 comentario:

  1. Holaaaaaaaaa, no me podes derjar asi! escribi rapido por favorrrrrr! sos mi idola asi posta!

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