Buscar este blog

martes, 4 de octubre de 2016

Llueve

Resulta que llueve y hacía bastante tiempo que la gente no se daba el lujo de empaparse con las gotas. De subir fotos al mejor estilo proffesional shooter.
De ir a la panadería a comprar las harinas más refinadas porque el día acompaña.
Y qué tendrá esto que ver con que me encuentro ahora así, pensando como una acelga dijese mi novio, a quién acabo de ver en una foto del facebook cual estrella de rock y pensé: qué locura, es la imagen fiel de aquel estereotipo de sujeto que alguna vez imaginé como compañero.

¿Si hay cosas por hacer?
Siempre hay cosas para hacer. Pero que un día la rutina obligatoria de cursar no se cumpla por cuestiones externas a uno lo movilizan y lo cambian a nivel global, es decir: si no tengo que cursar, puedo aprovechar para hacer x cosa; pero llueve. Aquí entra en juego por lo que arranqué este texto.
La lluvia nos moja hasta los pensamientos.
Nos regala reflexiones.
Nos ayuda a contemplar.

Hablando de las cosas por hacer. Cuando son tantas uno termina frustrandose y haciendo la nada misma. ¡Hoy es ese día!

martes, 5 de julio de 2016

Centellas

El amor.
Rayo que atraviesa
Te rompe
El alma -------> se agranda
Y esa persona se encarga, poco a poco
de juntar todos los trocitos de vos.
Te muestra que si quiere
los arma como se le CANTA -----> ahí descubrís cosas tuyas que ni siquiera sabías que existían
     (ni que serías capaz de hacer)

Entonces también te muestra
sus propios pedazos.
Y deja que hagas con ellos lo que vos quieras.
Entre los dos se arman Y SE desARMAN

El alma
Atraviesa el rayo
Se rompe
Es amor.

miércoles, 18 de mayo de 2016

El sueño de la piba se cumplió

15/05/2016 - 19:33: ¡Hola culiados!

- No me iba a perder esta oportunidad, ¿vos sabes como conquisté a mi mujer? Le canté a capela y con un inglés-cordobés espantoso la canción Something…
- Deja de contar esas cosas privadas, ¿querés?. Escuchame nena, te hago una pregunta, para la vuelta: ¿a dónde tiene que ir? ¿Están seguros que pasan los bondis hoy? Es que va solo, viste…
La parada para tomar el urbano estaba llena; había una mezcla gigante de edades, y ni hablar de sensaciones. Viejos, por doquier. Cuando llegamos al imponente Kempes nos encontramos con una imponeeeente fila. Y no había sólo viejos… Niños, familias enteras, bolsos con mate, ¿y la cantidad de grupos de amigas de 40/50? Cuando arrancó “A hard day's night” todas en estado de desesperación moviendo hasta los deditos de los pies. Qué increíble.
Otro punto: el silencio. El tipo hablaba y el estadio enmudecía por completo. “Estan trancuilos, very quiet” dijo Paul en un momento. Se trataba del silencio contemplador… ese que acontece sólo cuando se está frente a algo increíble. Frente a eso que no podes acreditar que esté ocurriendo, siendo redundante. Pasaron como 40 minutos hasta que reaccionamos y empezamos a ser el público típicamente argentino, el de los barullos, el griterío, los cantitos, el “ohhhhh oh oh ohhhh oh”, “olé olé olé olé, Pauuul, Pauuuul”
Un tema mejor que el otro. Una mezcla de sensaciones. En Blackbird se sentó en un piano mágico que se elevaba y mostraba una pantalla con pajaritos volando, y mientras sonaba la canción no sabía si mirar eso, mirarlo a él, mirar al público anonadado o simplemente al cielo que parecía un techo azul oscuro infinito... Y la luna que brillaba como nunca.
Un tema para John. El ukelele que tan bien tocaba George. Canciones para Linda y Nancy... y George Martin. Bajo Guitarra Eléctrica Piano Guitarra Acústica Teclado.
Croquetas de papa, hamburguesas de espinaca, PAUL LA'CARNE
En el piso unos cuantos machetes escritos en Español. ¡Gracias Cóurdoba!
POR DIOS, ¡¡¡LO QUE FUE LIVE AND LET DIE!!!
Creo que puedo morir tranquila. Y eso que este viejito no era mi favorito de los cuatro...

Thank you, Sir Paul

La chica que escribe, y que es tu orgullosamente tu fan.

viernes, 13 de mayo de 2016

Janeiro de dois mil dezesseis

Vamos a escribir sobre algo mágico que ocurrió este verano de 2016.
En realidad, vamos a hacer el intento de poner en palabras cosas increíbles.
Los seres humanos tenemos la chance de poder vivir una variedad inmensa de experiencias que enriquecen los cuadernitos de vida personales, que probablemente cuando abuelos recordemos sobre su existencia y los traigamos al presente por la inquietante curiosidad de los nietos o sobrinos que quisieron saber por qué nos conocimos con X persona, de dónde sacamos tal receta, quién nos enseñó a pintar de esa manera.
El 3 de enero me embarqué en un viaje que me devolvió llena de emociones, aprendizajes, amigos, energía, y otras formas de ver el mundo. Y me enseñó un montón de cosas sobre mí que no tenía idea que era capaz!
Cuando regresé tuve que comerme toda una semana de sentimientos encontrados, no se dan una idea lo difícil que fue y cuanto me costó, jamás en la vida me había sentido así. No era capaz de entender nada de lo que pasaba alrededor mío, hasta que: RUTINA. Me saludó con una cachetada que me despertó y sacó de la incomprensión constante y abrumadora; por un momento sentí que si no fuera por ella un millón de personas desbordarían por minuto (aunque parezca que en realidad la rutina es la causa de ello)
La rutina (aunque cansadora) es la guía espiritual de nuestro destino.
Vuelvo a practicar un poquito de hockey, visito a distintas personas, empiezo a calentar mis neuronas porque se acerca la fecha de un final que tenía por rendir. Parece que recupero el rumbo, y empiezo a comprender por que estoy acá y no allá, porque con el tiempo me apropié de un lugar mágico que me permitió vivir una experiencia zarpada. Y caminaba por las calles o tomaba colectivos como si hubiese vivido ahí toda mi vida. Y las personas con las que compartía el día a día eran lo más importante en el mundo.
A veces cuando camino por la vereda para ir a algún sitio, se me vienen a la mente un millón de imágenes o recuerdos. Imaginate la magnitud de felicidad que experimenté, que en esos momentos hago el constante intento de diferenciar si realmente lo viví, o sólo se trató de un gran sueño.
Hoy no lo diferencio más.
Viví un GRAN sueño.

domingo, 3 de enero de 2016

Me estoy por ir

Estoy escribiendo, sí.
Señal de que algo pasa, sí.
Que hermoso escape encuentro en las palabras.
05:38 am del 03/01/2016 y no puedo ni siquiera pensar en dormirme. Tengo diez mil cuatrocientos setenta y dos sentimientos encontrados... Como para no exagerar. En unas horas estaría viajando a otro país para vivir una experiencia increíble y tal vez recién en este momento estoy cayendo. Cayendo de caer, de estrellarse, de "ay, la puta madre, está pasando". Caer es darse cuenta. Darse cuenta puede ser un tanto... perturbador, podría decirse.
Pero qué zarpado es descubrir esta clase de sensaciones, este tipo de pensamientos. Es como aprender a sentirse, a escucharse, a analizarse. Las situaciones, imagino, son creadas para eso.
Pero si no estás acostumbrada, o se trata de algo que nunca en tu vida hiciste (y por lo tanto, sentiste) ayyy por dios lo que puede generar!
Pero eso es lo mejor de todo.
Y lo que está por venir... Ni te cuento!
Debo decir gracias, debo sentir amor, debo estar tan pero tan agradecida. Me siento tan querida, quisiera que todo el mundo pudiera sentirse igual a como yo me siento hoy.

Que comience la aventura... (No existe nada más lindo que estar vivo)