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sábado, 14 de mayo de 2011

Tengo que confesar que a veces no me gusta tu forma de ser. Luego te me desapareces y no 
entiendo muy bien porque. No dices nada romántico cuando llega el atardecer, te pones de un humor extraño con cada luna llena al mes. Pero a todo lo demás le gana lo bueno que me das, 
solo con tenerte cerca siento que vuelvo empezar. Yo te quiero con limón y sal, yo te quiero tal y como estas no hace falta cambiarte nada. Yo te quiero si vien eso si vas, si subes y bajas y no estas seguro de lo que sientes ...
Mas allá de que a veces me siento idiota e intento intentar hacerme la dura, creo que provocas una cierta debilidad en mi. Pero en mi todo, en todo "mi", ¿se entiende?. Es como si te 
pensara en varios momentos en el día pero a la vez me haga la desinteresada, y sucede que 
cuando se que estas ahí cerquita me dan muchas ganas de "hacer de cuenta que sos sólo 
alguien más", pero fracaso al intentarlo. 
Soy débil, me haces serlo. Me gusta que me lo hagas ser. 



(ocurren también muchas veces en las que te mataría)

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