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jueves, 29 de diciembre de 2011

A love story PARTE VIII

Okey. Viernes. ¿Qué tengo que hacer hoy?... ¡Cierto!
¡Toc-Toc-Toc! (N. de la E.: no puedo sacarme la manía de detallar sonidos y la expresión, me disculpo queridos lectores por siempre repetir el toc-toc de la puerta, sabrán entender)
- ¡Hoooooooola prima de mi corazón!
- Anni, ¡te acordaste! Abrazos. Besos.
- Obvio nena, tengo que alegrarte tu tarde. Te extrañaba... Esa universidad te consume, ¿ah? Contame.
- Yo también te extrañaba. Emm, súper bien, pero es muy desgastante ja. Igual sabes como amo actuar, el parcial del otro día era en realidad un ensayo escrito, pero mayormente hacemos orales y actuaciones escénicas, ¡creo que el drama es lo mío! Bueno, los musicales ni hablar...
- Pufff me imagino. Naciste para eso, y estoy orgullosa de haberte presionado un poco para que sigas esto, ¡quiero estar en los agradecimientos cuando recibas un Oscar!
- Sos exageradísima nenaaaaaa. Cortala. A ver, sentate, ¿mates o una chocolatada?
- Ya que hoy llueve, tomemos unos mates, ¿dale? ¿La tía está?
- Dale. Mm, fijate arriba, si no salió a lo de Marisa.
La tía Andre era tan especial. Tal vez era la que más conocía a Anna, la que más la había escuchado y la que sabía cada detalle de su historia con Lucas; ¡incluso más que Vicky! Había momentos en los que lo único que hacía que Anna este bien era hablar con ella.
- ¿Hola?
Silencio
- Tíaaaa, ¡tu sobrina más linda llego!
Grillos cantando
Bajó las escaleras frustrada. Tenía ganas de verla...
- Se fue, ¡cuando la veas mandale mis saludos!
- Bueno dale, no sabés lo loca que esta en estos días por lo del abuelo.
- Oh, me imagino... Es raro que esté así, ahora.
- Si, pero ¡basta! No quiero hablar de eso. Vos me tenías que contar algooooo, ¿te acordás?
- ¿Yo? ¿Estas segura? (Bromeando) Si bueno, haber, ¿cómo habíamos quedado la última vez que charlamos?
- ¿Osea hace como 50 años? Emmm, creo que estabas molesta por Lucas y sus vueltas, y porque esa tal Juliana no paraba de molestar.
- Pufffffff, ¡quedamos en la prehistoria! Bueno, siguió más o menos igual para mejor, pero después de eso me mandó un mensaje porque quería hablar, fue hasta casa y me dio el discurso del "no sos vos, soy yo". ¿Típico viste? Bueno, quedamos en darnos un tiempo y nada más, nos cruzamos en el cole como siempre y como ahora estamos de vacaciones no lo veo ni por casualidad. Tampoco me interesa.
- A eso no te lo creo. Acepta que lo extrañas.
- Te juro que nada que v...
- Aceptalo.
- Pero no, porque no pued...
- Dale.
- Ponele que un poco.
Mirada desafiante
- Bueeeeno si, lo extraño. Mucho.
- Ahá, ¿viste? No me podes esconder nada ami.
- Ni a vos ni a nadie nena, no te creas tan importante.
- ¡A eso tampoco te lo creo! Soy lo más. ¿Y entonces? ¿porqué no le hablas?
- Porque no da... Que ni se le ocurra que YO voy a estar atrás de él, eso era antes. Que se ponga las pilas solo. Siempre tuve que ser yo la de la patada para que empiece con algo. Además...
...
- ¿Qué? ¿Además qué?
- ¿Lo conocés a Gonzalo vos?
- NO. ¡No lo puedo creer! ¿Te enganchaste con otro? No, vos no sos mi prima, ¡salí de acá!
- Que estúpida. ¡Dejame aclarar! ¿Viste quién es? Es compañero mío, va al mismo curso que yo. Osea siempre me pareció lindo, pero qué se yo... Lucas es Lucas.
- Sí, pero ahora el tarado de Lucas no está y...
- Y eso me permitió mirar un poco para otros lados je. Fue a mi casa el otro día y no se, charlamos, me mando un mensaje y nos encontramos un rato antes de ayer. Sin intenciones, ¿no?
- Siiiiii, por supuesto, ¡y yo hice un show en Broadway ya!
- Oh bueno, ¡por lo menos por mi parte no la había! La cuestión es que entre una cosa y la otra pasó. No se, fue rarísimo. Digamos, no estuve con otro chico que no sea Lucas, ¿te das cuenta?
- ¿De que sos una cortada verde? Si, hace rato.
- ¡Sabés cómo soy para ese tema!
- ¿Demasiaaaaado complicada, observadora y calculadora? Sí, quedate tranquila.
- ¡Que estúpida! No te voy a contar más nada, aunque lo acepto. Odio que me hagas aceptar cosas.
- Pero si sabes que yo te quieroooo. Te hago esto porque me encanta molestarte, ¡sos la hermanita menor que nunca tuve! En fin, dale, ¿en qué quedaron?
- Mmm, en algo, qué se yo. Aunque sea raro, no puedo evitar no acordarme de su cara y sonreír. Y es un plus para dejar de pensar en Lucas y hacerlo sufrir un poco.
- Oh, ¡estás enamorada!
- ¡¡¡QUÉ ESTÚPIDA!!!
- Bueno, bueno, ¡perdón! Te estoy jodiendo. Ojo con eso, no lo hagas por Lucas, va a terminar todo mal. Hace las cosas si las sentís, sino deja que pase un tiempo.
- Sí, en eso tenés razón. Pero creo que estoy convencida igual.
Stop de la conversación. Esto me hace maquinar... No no, pero no, estoy haciendo bien las cosas. ¡Basta de Lucas por favor! Gonzalo es tan lindo... Oh, su pelo. Su cara. Su lunar en el cachete izquierdo. Sus ojos verdes. Su cuerpo tan... Tan...
Stop de estos pensamientos. Anna, concentrate.
La visita a Mari le había hecho bien. Siempre en realidad charlar con ella le aclaraba las cosas, pero un poco esa última cosa la dejó pensando.
Cruzó la plaza. ¡La plaza! Observó bien e imaginó a Gonzalo y ella en las hamacas del otro día. Que lindo había sido, sobre todo en la parte que los dos...

TO BE CONTINUED


martes, 20 de diciembre de 2011

18/diciembre/2011

Edwarda y Bello estaban sorteando aventuras en el bosque de los sauces, cuando de repente: ¡paff!, una gran telaraña cubrio todo la espalda sexy de Bello, que, despotricando, maldecía cada vez que algo de ese tipo de cosas le ocurrían. Al pasar por un atajo cubierto de enredaderas, descubrieron una hermosa vista al lago del bosque, lo que hizo que frenaran y comiencen a sacarse fotos similares a las de las quinceañeras. Mientras Edwarda posaba, Meli (un hada como la de los cuentos) pasaba por allí y observaba con detención lo que los dos alegres chicos hacían. Corrió a avisarles a Fidel y Clara, los leones más respetados de todo el bosque, que inmediatamente enviaron muchas mariposas mensajeras para que alejen a los jóvenes del lago, ya que era muy peligroso y corrian el riesgo de ser encontrados por el malvado Gallo (que asco). Se encargaba de sacarles todo lo que tuvieran encima, como plata, por ejemplo; y luego directamente haría correr sangre (sobretodo en la cara de los dos). Los chicos siguieron jugando a orillas del río y no hicieron caso a la advertencia de los leones, pues las mariposas hicieron todo lo posible pero no lograron mas que hacer que aprovechen su visita para sacar mas fotografías. Cuando estaban decididos a irse, apareció el malvado Gallo cubriendo de sangre las caras de los jóvenes que, aterrados, huyeron hacia un escondite seguro. Bello llevaba consigo un pequeño trozo de papel, y con un gesto muy caballeroso limpió el rostro de su querida Edwarda y luego siguió con su propia cara. Al notar que el malvado Gallo se había rendido porque no los podía encontrar, se dieron un gran beso rojo que quedará para siempre grabado en sus memorias. Tomados de la mano y felices de haberse librado de ese monstruo, caminaron juntos hacia las inmensidades del bosque de los sauces charlando sobre el grupo de los prostis en La Soñada...
FIN :)

domingo, 11 de diciembre de 2011

19/Noviembre/2011

Plaza. Cancán. Última vez. "Que lugar tan... básico". Salir temprano de Johann. Morder. Un abrazo. "No me gusta que vuelvas sola". Mensajes. Pelo. "Estas mal vos". Cosita que brilla. Esta de día. "Mirame a los ojos y decime si no sos un vueltero". Perfumes. Sonrisas.

¿Última vez?
T.E.