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sábado, 26 de noviembre de 2011

A love story PARTE VII

Depende de cómo se mire.
Gonzalo hacía desde segundo grado que estaba enamorado. Era tan frágil y tímido que no podía siquiera mantener la mirada con Anna por dos segundos, y menos dirigirle la palabra. Lo peor de todo es que Anna lo sabía, y eso la intimidaba... Cuando cumplió 10 años, Gonzalo le compró una cajita con forma de corazón como regalo, y desde ahí todos lo cargaron. Cada vez que lo hacían, Gonzalo se ponía rojo como la naríz de un payaso de circo, ¡era incontrolable! Nunca hubiera pensado que Anna Van der Veen sería capaz de...


The Holidays. Lloraba, descontroladamente. Las películas siempre lograban lo mismo. La había visto unas ¿9 veces? Sí, seguro, pero nunca se cansaba. Y acá llega la parte: Iris (Kate Winslet) sentada en el sillón de la casa de Amanda conversando con Miles (Jack Black), que estaba muuuuy triste por encontrar a "su" Maggie con un tipo que estaba buenísimo. Típico. Miles se pregunta:
- "¿Por qué me atrae una persona que se que no es buena?"
Iris, inteligentemente, responde:
- "Creo que yo se la respuesta. Porque esperas estar equivocado, y cada vez que él o ella comete un error y algo te dice que no es buena, no haces caso, y cuando se porta bien contigo y te sorprende, vuelve a conquistarte y acabas descartando la idea de que no te conviene."
No lo soportó. Corrió a la mesada para cortar un pedazo de servilleta de papel. ¿A caso las conspiraciones estaban actuando de nuevo con ella? Se levantó de golpe y salió para su cuarto. En el pasillo se lo cruzó a Martín, que preocupado le pregunto que pasaba pero no recibió respuesta alguna. Sentía una corazonada distinta, rara, y de inmediato notó una oleada de valentía que cubría su cuerpo. Quería llamar a Lucas para reclamarle todo, para decirle que ya había descubierto lo que pasaba, que ya no lo necesitaba más, que estaba harta de sus idas y vueltas y de sus semanas raras en donde ni siquiera daba señales, de sus incógnitas de tiempo completo y también de su poco valor para hablar de frente las cosas. Quizás podría pedirle que hablen esa misma tarde, para directamente terminar con todo, ya estaba cansada. La frase de la película había hecho por fin que comprendiera un poco el porqué de su situación tan repetitiva, ¡siempre lo mismo! Ya está, llegó el momento de termin...
¡TOC-TOC-TOC! La puerta de abajo.
- ¡¡¡Martiiiiiiiiiiiiin!!! ¿Atendés?
Silencio
- ¿Dónde se habrá metido? Buéh, ¡ya voy! gritó. Estaba por salir corriendo hasta que se cruzó con su propia imagen en el espejo del pasillo. La primera impresión que tuvo fue que alguna desquiciada mental se había colado a su casa, hasta que se dio cuenta de que los rasgos eran muy parecidos a los suyos... Pensó que hacer. Bajó las escaleras y se asomó por la ventanita de la puerta. ¿Gonzalo? ¿Gonzalo Santos? Rarísimo. Se apuró a abrir.
- ¡Hola Anni! ¿Cómo estas? Perdona que no avisé que venía... 
Ah bueno. ¡Te queda bien ese corte de pelo eh!
- ¡Gonzi! No te hagas problemas. ¿Qué hacias? ¿Qué necesitas?
- Nada, recién salgo del cole y la profe Ali me pidió que te alcance este trabajo, el de la segunda mitad del siglo XX, ¡te sacaste un 10! Y como tu casa queda de paso...
- Ah, ¡que bueno! Gracias che, pero tenes que caminar un par de cuadras de más vos, esa Ali te hace trabajar jajaja.
- Oh, ¡pero si no es nada! Antes de que tengas que caminar vos...
Por dios. Que tierno que es este chico.
- Muchas gracias Gon. ¿Cómo andas vos? ¿Cómo terminaste?
- ¡Re bien! Mejor de lo que creía já. Sentarme con Lucía me ayudó mucho este año.
- Que bueno, me alegro muchísimo.
- ¡Gracias! Mm... Bueno, me voy, nos vemos pronto Anni.
¿Ya te vas? Si querés quedate, tomamos unos mates y...
- Bueno Gonzi, seguro te cruzo por ahí jaja. Gracias por traer el trabajo, ¡nos vemos!
Gonzalo giró sobre si y siguió el caminito de piedras hacia la entrada principal de la casa de Anna. Se sentía raro y le temblaban las piernas, pero una sonrisa lo acompañaba. Siempre que la veía le pasaba lo mismo. ¡Que estupidez esto del amor!
Anna no entró hasta que lo vio desaparecer por completo. ¿Qué era eso? ¿Desde cuándo? Siempre había sostenido que Gonzalo era uno de los más lindos de su curso, pero ¿porque apareció la vocecita de su cabeza? Sólo aparecía cuando estaba frente a Lucas. Y hablando de Lucas... ¿no tenía que llamarlo? Lo pensó un poco pero se excusó con sacar a pasear a Lennon. ¡A lo mejor en el camino se le ocurrían mejores cosas para decirle! Y hablando de las conspiraciones... A lo mejor en uno de estos días le mandaba un mensaje a Gonzalo para juntarse. Y hablando de salir a pasear con Lennon... ¡Lennon! ¡Esperá!




TO BE CONTINUED